La historia de amor entre una prenda y el diseñador
10.09.21
por Darío Modotti
Fotografía obtenida de Chanel
Una prenda no nace desde la necesidad de vestir, es una extensión de la creatividad de un diseñador para conectar al mundo con su mundo. Cada una de las partes que la componen, responden a la inspiración más pura, son un fragmento de historia que habla entre palabras no dichas.
Fotografía obtenida de Georges Hobeika
Sin embargo, la inspiración no es un arrebato, es la muestra de una pasión constante, aquella que permite que una pieza se convierta en el medio para materializar una idea deslumbrante. El origen de la inspiración es conocer, es empaparse de lo que ha tocado el punto más profundo del ser a través de una imagen, un sonido, un aroma, un espacio e incluso una vivencia; es por eso que, al crear, un diseñador traduce una emoción en algo tangible.
Una conquista se logra con la armonía perfecta, cuando la forma, las texturas, la caída y los detalles se convierten en un concepto físico, cuando se encuentra a sí mismo en ella, cuando se vuelve el espejo de su pasión.
Fotografía obtenida de Valentino
Para entender la producción de un diseñador es necesario ver más allá de lo evidente, conocer su historia, su estética, desde dónde viene lo que está ante nuestros ojos. Es necesario comprender que no estamos adquiriendo vestimenta, sino una historia de amor entre un creativo y la necesidad de plasmar sus emociones.